La dehesa ofrece una serie de servicios ambientales y socioculturales de difícil valoración económica: - Ofrece espacios de uso recreativo, educativo, cultural y científico.
- Influye en la regulación del ciclo del agua y en la conservación del suelo, impidiendo su erosión y degradación, gracias a la cubierta vegetal de herbáceas.
- Contribuye a la fijación de CO2 por parte del arbolado, atenuando el efecto invernadero y el calentamiento global.
- Ayuda en la prevención de incendios gracias a la escasez de matorral, la baja densidad del arbolado y el aprovechamiento de los pastos por el ganado, lo que limita la disponibilidad de combustible para la propagación del fuego.
- Contribuye al mantenimiento del paisaje rural y a la fijación de su población.
- Influye en las señas de identidad propias de la población rural y en la preservación del patrimonio cultural por su influencia en las tradiciones, costumbres, folclore, gastronomía, artesanía e incluso en el vocabulario específico de muchos lugares.
- Además, la dehesa juega un importante papel en la conservación y mantenimiento de la biodiversidad, albergando una gran variedad de especies de fauna, flora y razas ganaderas autóctonas, algunas de ellas amenazas o en peligro de extinción.
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