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El descenso del consumo de ibéricos puede a afectar a las dehesas españolas

El descenso del consumo de ibéricos en restauración generado por la pandemia empieza a afectar a las dehesas españolas, de tal forma que la montanera 2020-21 está a punto de entrar en su cuello de botella de sacrificios y por primera vez puede romperse la tendencia ascendente en cerdos de bellota desde la implantación de la norma reguladora, lo que podría provocar un deterioro del ecosistema.
AUTOR: infoiberico
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FECHA: 18 ene 2021 - 00:00:00
El descenso del consumo de ibéricos en restauración generado por la pandemia empieza a afectar a las dehesas españolas, de tal forma que la montanera 2020-21 está a punto de entrar en su cuello de botella de sacrificios y por primera vez puede romperse la tendencia ascendente en cerdos de bellota desde la implantación de la norma reguladora, lo que podría provocar un deterioro del ecosistema.
Según los datos de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), a 12 de enero de 2020 se habían sacrificado 53.668 cerdos de bellota, un 15% más que a 10 de enero de 2021, cuando se contabilizan 45.697.
Este dato, aunque parcial, resulta significativo para Salvador Pereira, presidente de una empresa industrial, debido a que “este año ya se ha caído casi toda la bellota y los sacrificios se han adelantado”.
REDUCCIÓN DEL 25%
En 2020 se procesaron 732.962 cerdos de bellota, un 9,5% más que en 2019, pero la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber) estima que ése número se reducirá un 25% en 2021.
Según Salvador Pereira, “el consumo de ibéricos en hostelería ha bajado a las cifras de 2009, cuando cerraron más de 5.000 productores en Extremadura y 3.500 en Andalucía, la mayoría empresas familiares”.
UNA DE LAS MEJORES MONTANERAS
Aunque el sector del ibérico afronta su año más duro, Florencio Sanchidrián, cortador profesional de jamón ibérico, anticipa una de las mejores montaneras en cuanto a la “calidad excepcional de la bellota”, cuya maduración se vio favorecida por las lluvias de octubre.
La montanera concluye oficialmente el 31 de marzo, pero los sacrificios se concentran en la segunda quincena de enero porque “el cerdo ibérico ya ha engordado hasta su punto óptimo”. El animal inicia esta fase final de cría en octubre, pesando entre 95-115 kg, para ganar un mínimo de 45 kg (aunque algunos llegan a engordar hasta 70 kg), ya que, además de los pastos y hierbas frescas de la dehesa, el cerdo ibérico en libertad llega a comer 10 kg de bellotas al día y engorda 1 kg diario en un espacio en el que cada ejemplar ocupa 1 hectárea de media.
Aunque los ibéricos de bellota no se comercializan hasta 3 años después de la montanera, si baja su demanda los sacrificios se reducen para que no se acumule más producto en bodega, explica Salvador Pereira, quien va a sacrificar 1.000 animales, 500 menos que en 2019-20.
AÑADA DE MENOR CUANTÍA
Esto provocará que su añada 2020 sea de 6.000 piezas entre jamones, paletillas y lomos, 3.000 menos que la de 2019.
Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía estima en un 50% la caída de las ventas de ibéricos en España generada por los cierres y limitaciones de bares y restaurantes, acrecentada también por el descenso del poder adquisitivo del consumidor, lo que ha llevado ya a que el precio del producto final se haya devaluado un 30% y el de las hembras reproductoras un 50%.